UN CÓDIGO, NUEVO CÓDIGO

Vivimos en un mundo etiquetado con códigos, secciones, filas, colores, marcas, todo programado para sentirnos bien, un mundo de consumo, superfluo donde es más importante la estética que los sentimientos. Un código. Pasear por la vida con seguridad para sentirte el centro del mundo, cambiar de colores de etiquetas, de marcas y mirar los escaparates: aquellos vestidos, los zapatos rojos, los pendientes, el peinado.
Un día sin darte cuenta sales de este código, ya no eres una muñeca–maniquí, con el tiempo, aquella muñeca ha pasado al otro lado del escaparate. Nuevo código. Un nuevo movimiento, otra manera de vivir sin sentirse observada, con la libertad de observar, sentir, pensar y hacer. Más intima, más ella, todavía más mujer. No ha de demostrar nada a nadie.